Que son en verdad 55 kilos.
Quitemos el alma que vendi un dia,
Quitemos mi inteligencia y humor sarcastico,
los huesos que pesan tanto, mi sonrisa inescesaria,
mi cabello castaño y mi piel blanca.
Quitemos el sentir aturdido y mi excelente memoria...
ahora estoy en ceros.
1 comentario:
Ahora me has dado una excusa para justificar el mío ;-)
Gracias por haberte pasado por mi casa, por aquí me voy acomodando para ponerme al corriente con tu blog
Un abrazo,
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